★ LA PRINCESA PROMETIDA


Llevaba tiempo pidiendo esa muñeca.

Aún recuerdo sus ojillos brillantes  zascandileando cada vez que el objeto de sus deseos, aparecía en la cajita tonta dando tontos saltitos con una fácil y machacona musiquilla de fondo.

Se quedaba embobada delante de la pantalla hasta que el fundido en negro, la devolvía a la cruda realidad con otro juguete de menor interés para su personita… y entonces dejaba escapar aquel suspiro surgido desde el fondo de sus pequeños 7 añitos.

Pero no le compré la muñeca..

Reconozco que empecé odiándola, con una especie de resentimiento disparatado y hostil por el amor que provocaba en ella ese minúsculo montón de goma..
Me pareció un juguete espantoso exteriormente e incluso adocenante para su pequeña y frágil mente infantil.

Intenté superar ese pequeño ataque de celos auto-convenciéndome de lo irracional de mis emociones,

hasta que finalmente desperté a costa de las calladas súplicas en su mirada y reconocí lo absurdo de mis sentimientos..

Faltaban 5 días para Reyes y el dichoso juguete, que se había convertido en el éxito absoluto de la temporada, era también el juguete mas buscado por desesperados padres con niñas de mirada tan anhelante como la mía. 

Mis pesquisas resultaron estériles, ni las tiendas de confianza, ni la red de amigos y vecinos, ni anuncios en portales de internet, proporcionaron el premio esperado. Y cada día que pasaba, aquella carita esperanzada me daba el beso de buenas noches, y mi  corazón se encogía como un ovillo cuando veía desaparecer su carta debajo de la almohada, esa que al desplegarse se convertía era un grito blanco y acusador con solo cinco palabras escritas en rotulador verde.


“Por favor solo mi muñeca”



Y llego la noche de Reyes, y colocó el vaso de leche en la puerta, con esas galletas que estuvimos cocinando toda la tarde y que como era de esperar se me quemaron un poquito . Y se puso su pijama rojo, y me volvió a dar su beso, “ese que hace cosquillas como las mariposas” y quedamos allí, junto al árbol, papá y mamá solos, mirándonos el uno al otro entre un montón de cajas de Pin i Pon, la cocinita y el juego de disfraces…


Y entonces .. alguien llamó despacito en la puerta, y al abrir vi a mi Ángel de la Navidad sonriendo, con la nariz roja y envuelto en su bufanda de lana me tendía una caja de colorines que apareció bajo su brazo..

“La he encontrado”

Suspiré, y le di el beso más grande que recuerdo desde que yo tenía siete años.

“Gracias Papá!”


“No vengáis tarde mañana para comer”

Y volvió a desaparecer casi como un sonido de campanillas.

Aquella noche dormimos intranquilos, hasta que otro beso de mariposa nos despertó y nos obligó a correr por el pasillo, tirando de las mangas de nuestros pijamas..

“Han llegado! Han llegado! Los Reyes han llegado!!! ”

Vi su mirada volar por encima de los vistosos paquetes con  cintas de colores. Abrió primero un par de los que parecían mas cercanos, sonriendo al reconocer su contenido para volver al instante a la carga con el siguiente.

Pronto todos estuvieron al descubierto.. y su tesoro no estaba..

Sus ojos abiertos intentaban encontrar la respuesta…la vi debatirse entre la tristeza y la duda.. y finalmente se volvió… y la vio allí, pacientemente sentada entre el vaso de leche ya vacío y el plato con migas de galleta.

Sus labios se curvaron en una enorme sonrisa y se lanzó a mis brazos…


“Mamá creo que los Reyes Magos me quieren mucho..”

Y de pronto, mis pulmones me avisaron del tiempo que llevaba sin respirar, y yo me di cuenta de como me querían a mí también.



Varios enlaces para seguir las cabalgatas:

Barcelona:



Madrid.




Televisión:


Felices sueños


...

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