★ Aprehender a aprender


Más allá del debate sobre si los alumnos tienen que hacer o no deberes en casa, lo cierto es que realizar las tareas escolares fuera del horario lectivo es un pilar del sistema educativo en España.

Muchos defienden que los deberes refuerzan los aprendizajes de clase, que ayudan a crear hábitos de trabajo, superación y disciplina y que refuerzan la concentración y la memoria.

Es una labor y una responsabilidad de los hijos, pero los padres también cumplen un papel: el de vigilar, apoyar y seguir que los chicos cumplan las tareas y resolver sus dudas, pero nunca, nunca hacerles los deberes.

Que un niño sea buen estudiante o no dependerá de varios factores, entre ellos su nivel intelectual, su capacidad de concentración, de memorización, etc. Pero también existen otros factores externos que pueden facilitar la predisposición al estudio.

  • Buscar un lugar con las condiciones idóneas para hacer los deberes
  • Establecer una rutina diaria para el estudio
  • Cumplir con horarios racionales para ir a la cama
  • Enseñarle técnicas de estudio, motivarle y supervisarle
  • Interesarse por la trayectoria académica del niño durante todo el año, manteniendo el contacto constante con el tutor o profesores

 Evidentemente, lo que nunca debemos hacer:

  • Criticarle en lugar de corregir sus errores
  • Rebajarle comparándolo con otros niños
  • Hacerle los deberes
  • Mostrar interés únicamente por las calificaciones y no por su esfuerzo


Finalmente, para que os hagáis una idea, estos son los tiempos que deberían dedicar por edades a sus tareas.

  • Preescolares: Con 15 minutos es suficiente para que los más pequeños lean o ejerciten cálculos matemáticos.
  • De 6 a 8 años: entre 30 y 40 minutos.
  • De 8 a 10 años: una hora.
  • A partir de esa edad: entre 60 y 90 minutos.
  • En Bachillerato: entre dos y tres horas.
Consejos prácticos: 
  1. Establecer una hora de comienzo y otra de finalización.
  2. Hacer una pausa de entre dos y diez minutos cada hora de estudio.
  3. No empezar por la asignatura más difícil. Pasados 30 minutos es cuando los niños alcanzan su máximo rendimiento y a la hora y media este disminuye, por lo tanto es entonces cuando deberían realizar las asignaturas más fáciles.
  4. A partir de los 6 años ya son autónomos para empezar a hacer los deberes solos.

Hasta pronto!



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